El autor de esta página, fue funcionario del Tribunal Supremo de Elecciones y Registro Civil de Costa Rica, Centroamérica, durante 31 años. De esta consagrada Institución, pilar de nuestra democracia, salí pensionado o jubilado, hace menos de cuatro meses. (al primero de enero del 2008).
La siguiente opinión, se basa en la experiencia vivida durante una campaña electoral, donde estuve en contacto directo con los electores y pueblo en general.
«Inmensa responsabilidad y orgullo representa recoger la voluntad del pueblo, expresada en las urnas electorales. Es un privilegio para los funcionarios del Tribunal Supremo de Elecciones y Registro Civil la delicada tarea encomendada, cada cuatro años.
De las Juntas Receptoras de Votos recibimos la voluntad popular para trasladar cada decisión o voto – sellados en sacos y bolsas plásticas – a la sede de los organismos electorales.
Esta experiencia democrática nos permite entrar al corazón del pueblo: es impresionante palpar al campesino, compartir un mismo vehículo utilizado para la movilización de electores, aunque en su interior se agiten banderas e ideas políticas diferentes; sentir y compartir el patriotismo de humildes trabajadores de la tierra decididos a cargar los sacos de votación, inclusive, viajando horas a caballo y a pie, hasta llegar al puesto indicado (escuela, municipio, puesto de la Guardia Rural) para entregar su decisión y la de sus compatriotas, ante los funcionarios asignados del Tribunal Supremo de Elecciones y Registro Civil.
En comunidades rurales, apreciamos puestos de propaganda política diferentes, construidos con bambú y láminas de zinc, sin egoísmos, distinguiéndose el civismo y hermandad. Todos iguales porque son integrantes del mismo vecindario o poblado, contrarios por los colores políticos, pero unidos en el triunfo y la derrota por el bienestar de sus comunidades y la marcha correcta de nuestro proceso electoral.
Después de concluida la contienda electoral, todos «votan parejo» al aseo de la escuela, salón de reuniones o la pulpería (comisariato). La colaboración del maestro, niños escolares, religiosos, líderes comunales, autoridades del orden y amas de casa, no se escatima. A la vez, reconocen la admiración y respeto hacia la Institución responsable de organizar, dirigir y vigilar las elecciones generales.
En las tres elecciones pasadas – dos para presidente y una de alcaldes – recibimos un claro ejemplo de civismo en las comunidades campesinas del Cantón Puriscal, San José, Costa Rica: San Miguel, Zapatón, Mastatal, San Vicente, Bajo Rey, Alto Concepción, Cristo Rey, Guarumal, Gamalotillo, Los Ángeles, La Gloria y Vista de mar Norte. Pueblos donantes de esfuerzo, trabajo y auténtico sentimiento democrático dedicado a su cantón y país. Campesinos amantes y defensores de la paz, la tierra, la justicia y el respeto a cada uno.
Sentir en carne propia estas manifestaciones populares, hacen más hermosa a una nación, a un pueblo e institución donde laboramos».
(Publicado Lunes 17 mayo 2004, La Prensa Libre, de Costa Rica).
(Publicado The Tico Times, Perspective, marzo 2001).
Importantes mensajes a mi trabajo escrito. Muchas gracias por tan valiosos comentarios.