El Santuario del Santo Cristo de Esquipulas   1 comment


(Parroquia del Santo Cristo de La Agonía, o Iglesia «La Agonía».)

Remembranzas…

Mezcladas con imágenes del álbum familiar, destacan en sus páginas varias fotos del Santuario del Santo Cristo de Esquipulas – hoy Parroquia del Santo Cristo de La Agonía, más conocido como Iglesia La Agonía – inaugurado el primero de abril de mil novecientos cuarenta.

La Agonía

Foto José Barja Iglesias, sacerdote.

En las inconfundibles imágenes están expresas muchos recuerdos: la pintura en las paredes, exteriores e interiores, tenían formas rectangulares pintadas en tonos suaves, similares a los colores llamados «pastel». A cierta distancia, desde cualquier ángulo, parecía estar cubierto con un inmenso manto hecho con pedazos de tela a colores, bajo la conducción de hábiles modistas o costureras profesionales. Nadie olvida aquellos colores y delicadeza empleada por el pintor al definir cada línea.Colchas de retazos.

En estos momentos, si nos detenemos por un instante, es fácil distinguir sus trazos y tamaños, tratando de escapar o sobresalir del color pálido que muestra el Santuario, con la complicidad de la acelerada contaminación ambiental y el caminar rápido del tiempo, que nada lo detiene.

Los rectángulos de colores, hicieron juego con las cuatro alegres campanas encargadas del llamado de los feligreses. Éstas, permanecieron muchos años como centinelas del barrio y la ciudad desde las alturas; pero no resistieron la embestida del terremoto en el año mil novecientos noventa y en abril del año siguiente, por indicaciones técnicas de especialistas,  obligaron a dos de ellas, la «parejita», bajar al pie del Santuario, plantadas en los costados norte y sur de la entrada principal, sobre las lindas gradas. Antes de esta situación, ya las campanas grandes habían sufrido un considerable deterioro, dejando de funcionar todos los días a las cinco de la mañana.

Con acercarnos a las grandes y pesadas campanas, podemos conocer sus nombres escritos en relieve macizo: «María» y «Esquipulas», quienes viajaron desde Valencia, España, saliendo en grandes cajas procedentes de la Empresa de Juan Bautista Rosés Adzaneta, hasta este hermoso barrio «La Agonía», en mil novecientos cincuenta y dos, bendecidas el diecinueve de octubre del mismo año para las fiestas de San Gerardo María Mayela. Después de una enorme asistencia en la procesión, fueron bendecidas con sus nombres que hoy conocemos, vemos y podemos tocar.

María y Esquipulas, nombres dados por la gente en la bendición, hoy están censuradas, sus voces silenciadas, inmóviles, fuertemente atadas con gruesas cadenas, como Prometeo Encadenado, remachadas contra Campana Maríael suelo para evitar el robo de su valioso materiCampana Esquipulasal y belleza, no para exhibir su calidad, historia y alegría, sino para convertirlas en dinero y negocio. ¡Tanta es la maldad en mentes y manos inescrupulosas!.

Arriba, en el campanario,  permanecen las compañeras más pequeñas, bautizadas con los nombres «Argentina» y «Angélica» – la primera así por su padrino don Carlos A. Fernández, embajador de Argentina en Costa Rica y la segunda con el nombre de su madrina, Angélica, vecina de San Antonio del Tejar, de Alajuela, señora Angélica V. de Argüello  – llorando la esclavitud de María y Esquipulas quienes no dejan la lucha por romper cadenas para restablecer su libertad e independencia y estar en las alturas, más cerca de Dios.005

Y de verdad que las cuatro campanas, sin incluir las «cabeceras» y otros accesorios, son de considerable peso, especialmente María y Esquipulas: «Esquipulas», con cuatrocientos ochenta y tres kilogramos, «María», con doscientos setenta y siete,  «Argentina», con noventa y tres y «Angélica» con sesenta y dos. De estas dos últimas, podría ser a la inversa.

La bella pareja, expuesta al sol y a la lluvia, al desprecio y abandono, miran casi a ras del suelo, el trajín de la ciudad: el auge comercial con olor a pan, pollo, cerveza, pizzas, farmacia, frutas, sin faltar la contaminación sonora y ambiental, producto del constante tránsito de vehículos de todo tamaño en el área externa del edificio sagrado e internamente por el uso de su parqueo; sin faltar los enormes barrotes de hierro, adornados con brillantes rollos de alambre navajas, para su protección. Muy diferente al escenario desde su nacimiento.

En el sector norte del Santuario, en el área exterior, estaba muy bien a la vista de todos la gran pileta  de San Gerardo, adornada con cuatro peces bien gorditos, fabricados en puro hierro, lanzando chorros de agua cristalina sobre lirios y peces de colores que daban frescura al lugar; la garza desplegando sus alas blancas y su filoso pico y mirada apuntaban directo al centro del cielo, fue la atracción de niños y adultos; hoy, muchos no conocemos el paradero de la pesada obra, ni su desaparición la vería con buenos ojos el General Tomás Guardia, quien la trajo de Europa y la donó a la Iglesia. Menos, la idea o el propósito del sacerdote que dio la bendición, en presencia de fieles creyentes.Pileta La Agonía 5


Pileta La AgoníaEl Santuario del Santo Cristo de Esquipulas, nos invita a leer una placa, puesta en la entrada principal: «Hoy 22 de diciembre 1935 a las nueve horas se colocó la primera piedra fundamental de este Santuario comenzado el once de noviembre próximo pasado. Esta piedra fue solemnemente bendecida por Monseñor Monestel, ayudado de los P.P Redentoristas: Baldomero Silva, visitador e inspector de obras, Baldomero del Pozo, Superior, Carlos Cavero, Procurador. Miguel Raimondez, Perfecto Crespo y Javier García, misioneros. Hermanos legos, Jorge Gil y Basilio Bertolez.

Fue inaugurado el primero de abril mil novecientos cuarenta. La primera misa fue oficiada por Monseñor Sanabria con el cáliz donado por el Excmo Señor Presidente de la República Lic. don León Cortés y Sra. PP. Eduardo Perea, Provincial, Cándido Peña, Rector.

Planos y Dirección ejecutado por el ing. alajuelense, don Clodomiro Fallas, el 11 de agosto 1941. Fiesta de San Alfonso».

Ayer y hoy, el Santuario del Santo Cristo de Esquipulas, hoy con el nombre Parroquia del Santo Cristo de La Agonía, debe ser un lugar para el descanso y distracción familiar, punto de referencia y atractivo para el turista nacional y de otras naciones y, muy especial, un sitio tranquilo para la meditación, orgullo del alajuelense.

Nota: es importante anotar que años después de desaparecida la Pileta o Fuente de San Gerardo, ésta fue rescatada por la Municipalidad de Alajuela e instalada en el edificio antiguo del Instituto de Alajuela (Hoy Universidad Técnica Nacional) , costado sur del Parque Tomás Guardia Gutiérrez o Parque Central de Alajuela, Costa Rica, Centroamérica.

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Sector pared frontal del Santuario.

Observemos rectángulos colores pastel.

(Publicado en LA PRENSA LIBRE, sección Comentarios, 18 enero 2008)

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Pileta La Agonía 4

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CAMPANA «ESQUIPULAS»

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CAMPANA «MARÍA»

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Bibliografía: el peso indicado en cada campana, es tomado del libro «Los Misioneros

Redentoristas en Costa Rica», 1927-1990. Roberto Bolaños A.

Posible investigación: dice la historia que las campanas fueron embarcadas

en el barco ATLAS, en España, hasta Amsterdam, de aquí al Orangestad, con destino

a Limón, Costa Rica.   (¿Cómo llegaron desde Limón a Alajuela).

Junto a las campanas: los cojines, badajos y otros accesorios.

Ingeniero Adalberto Fortuniak desde la azotea derecha con un invento las llevó al campanario, con rieles de tren. (Investigar con nieto)

Publicado May 2, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Historias

Una respuesta a “El Santuario del Santo Cristo de Esquipulas

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  1. Excelente.
    jm

    José Manuel Morera Cabezas

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