Archivo para julio 2008

El negro Zúñiga, con el corazón en el fútbol   1 comment

El barrio Concepción o El Llano, en Alajuela, Costa Rica, es futbolero por naturaleza. En estas tierras se han distinguido personajes amantes de este hermoso deporte. Uno de ellos es «El Negro Zúñiga», don Carlos Luis Zúñiga Álvarez.

Sus primeros pasos los inició como jugador en ligas menores y en tercera división, debutando en el «Deportivo González», bajo la dirección de los señores Antonio González y Vladimir Aguilar, amigos y consejeros de gran calidad humana.

Aún siendo muy joven, pasó a las filas del «Brasil de Alajuela», uno de los mejores de la comunidad alajuelense.

Más tarde, fue llamado como «refuerzo» a dos poderosos conjuntos de la misma barriada, «El Barcelona F.C» y el «Atlético Nacional». Aquí sufrió lo que ningún deportista quiere: una lesión, en el muslo izquierdo, situación dolorosa que lo obliga a abandonar la práctica del fútbol, a los veinte años.

Por traer todo esto en la sangre, mente y corazón, se convirtió en técnico de un gran cuadro, el «Fluminense F.C», obteniendo campeonatos y clasificaciones en la tercera división. En este monumental cuadro del barrio El Llano, dirigió durante ocho años.

Pasó a ligas menores, donde obtuvo con sus niños, grandes éxitos.

En aquellos tiempos, nuestro barrio era diferente. El fútbol fue el pasatiempo preferido, pero el campo para realizar entrenamientos y  encuentros, no era el mejor; siempre con un «pelonazo diagonal» (la plaza no tenía mallas, el transitar de la gente lo hacía diagonal para llegar de una esquina a otra) y el campo muy irregular, aún así siempre se practicó el fútbol, principalmente.

A grandes problemas, surgieron soluciones. Lo primero, constituir un «Sub-Comité de Deportes», integrado por siete valientes vecinos, recordamos a Dauber Gómez, Ruth Hidalgo, Rufino Lara, éstos, ya fallecidos, Ilmar Molina, Miguel Quirós, Joaquín Porras y Rafael Ángel Córdoba.

Para proteger el cuadrante deportivo, no quedó otra en esos tiempos que cubrir con malla metálica el área, plantar zacate a las «partes peladas» y construir las aceras del cuadrante.

Tiempo después, la organización decayó lo que trajo más problemas. Los integrantes optaron por el retiro, posiblemente por cansancio, críticas que siempre existieron o por falta de fondos económicos para cumplir con todos los sueños.

En nuestra querida Alajuela, el «sobrenombre» es importante para identificar a una persona, por tal razón, junto al nombre y apellidos adjuntamos el «apodo», para una mayor y mejor identificación. Estas personas se han partido el pecho en colaborar a la causa del deporte  a «puro corazón y sacrificio».

– José Ángel Espinoza, «Manzana»

– Oscar Alfaro, «Marimba»

– Erick Gómez, «Lico»

– Luis Solórzano, «Manyú»

– Eduardo Rojas, «Charro»

– Francisco Rojas, «Pan torcido».

Posteriormente, viene una «segunda etapa» en el fútbol de este pueblo. La presencia de grandes entrenadores, citemos a Fernando Vega y Rafael Ángel Córdoba del gran equipazo de la época, en Alajuela, El Atlético Nacional, daba gusto ver este cuadro, un espectáculo, a pesar del terreno de juego que impedía un mejor manejo del balón.

Una anécdota en el «Negro Zúñiga», con relación al campo de juego, fue cuando invitó a la Selección de Tibás (proveniente de la Capital, San José) para enfrentar al Fluminense F.C. El dirigente del seleccionado capitalino le encaró con estas palabras o interrogación: «¿ señor, no le da vergüenza invitar a un equipo a jugar  en este potrero?» . Fue muy duro, pero la realidad no podía ser otra. Esto sirvió para organizar un nuevo Sub-Comité.

La tarea en conquistar las cosas buenas no ha sido ni fue fácil para dirigir los destinos del deporte en esta población. Zúñiga invitó a Tulio Durán, Joaquín Vega, Francisco Rodríguez y Santiago Arguedas. Los cinco valientes se reunieron en varios «lugares prestados» hasta conseguir el Juramento por parte del Comité Cantonal.

A partir de este punto, comenzó una nueva lucha. Una lucha sin dinero en las arcas ni de dónde sacarlo; eso sí, mucho entusiasmo por la gran causa llanera.

El nuevo reto o tarea fue el «relleno» de la plaza. Se utilizaron 55 vagonetas con tierra, tierra «fiada» gracias a un señor de apellido Piedra que confió en la honestidad de esas personas por su lucha deportiva, con solo la firma de factura aportada por Tulio y Zúñiga.

De seguido, el señor Santos Montero, conocido como «Mallía», trajo la famosa «Ciudad Mágica» (aparatos mecánicos), actividad que aportó 18.000 colones de ganancia, utilizado para los primeros camerinos, construidos por contrato, pero muy pequeños.

Así como estaban los camerinos, por lo menos solucionaron por un tiempo el problema de falta de un lugar para las reuniones, aunque después se llegó a la conclusión de que no eran apropiados por su reducido espacio y otros problemas.

Por este nuevo inconveniente o problema, surgió la idea en Zúñiga de una moción para la construcción de una «Sala de Sesiones».  La votación dio el resultado de 3 a 2, a su favor.  Se inició la obra con 29.000 colones, hasta cubrir los 65.000 colones por el costo final.

Fundamental para la construcción de esta obra, fue la participación de Guillermo Alpízar, Gerardo Solano y Luis Solórzano; también las actividades de don Marco Tulio Durán con sus Ligas menores y el aporte de la Filial de Árbitros, quienes utilizaron los camerinos para sus reuniones.

Se logró un campo deportivo mucho mejor, lo que permitió organizar el Primer Campeonato, esta importante actividad trajo vida al pueblo y al campo de juego. La participación fue ejemplar con grandes equipos: El Olimpia de Canoas, Fluminense F.C, Villa Hermosa, La Pilsen, Los Higuerones, España Veteranos, Marco Tulio Durán, Cereales Santa María y el lindo juvenil Santa Cecilia.

Este torneo lo conquistó el «Flumi » en una gran final a dos encuentros, frente al Olimpia de Canoas.

Ante este éxito, se instaló una Soda para contar con un medio de ingreso económico para las competencias siguientes. Esto no fue sencillo porque a los mismos organizadores les correspondía asistir todo lo relacionado al negocio de café y comidas, para lograr que las entradas de dinero fueran netas al Comité.

Para lo anterior, participaron Luis Solórzano y Guady, quien  en ese tiempo era un «mocoso» y a pesar de su corta edad, cumplió con todas las obligaciones que le encomendó la organización deportiva.

El otro gran reto fue «enzacatar» todo el campo, de marco a marco. Al señor Vicente Falcón Luna, vecino de nuestra comunidad, le donaron el zacate proveniente de un potrero en San Antonio del Tejar, así dio inicio tan inmensa obra. Puesto el césped, vinieron otros problemas.

Se acercaba el verano, que afectaría la puesta, pero no había que perder la gran oportunidad del regalo tan valioso. Se instaló y se acordó regar con mangueras, por las noches. Aún así, aparecieron las críticas, pero de ahí no pasaron.  Rafael Acuña, conocido como «Tío» y Guady fueron piezas vitales para lograr la nueva meta.

Llegó una nueva etapa. La construcción de un «Pozo», para el riego del campo. El Comité Cantonal participó, distinguiéndose su presidente señor Diego Ocampo. De nuevo los «juegos mecánicos» dejaron al Comité importante ganancia económica. Fue duro, pero se logró lo programado.

El otro proyecto de Zúñiga, sin duda, mejorar los camerinos o construir algo mejor. No estaban satisfechos con lo presente, aunque haciendo frente a limitaciones económicas. Y de ahí la filosofía de Carlos al afirmar que «obra que no se inicia, nunca se termina», lo decía con sobrado convencimiento.

Con esta insistencia, se iniciaron las obras y al año siguiente todo fue diferente: dos camerinos totalmente nuevos, a un costo económico de un millón de colones, hasta lograr el tercer camerino con otros ingresos económicos, incluso, utilizando el espacio de la «sodita» como el número cuatro. Problemas solucionados en ese campo.

Otro gran acontecimiento en nuestra comunidad, fue el proyecto de construcción de la nueva iglesia. El Comité de Deportes, estuvo anuente a colaborar, con la sorpresa de encontrar alguna oposición en algunas personas.

Gracias a las ganancias otra vez por los juegos mecánicos, el aporte para la sagrada obra fue de más de un millón de colones, más una entradita de 175.000 colones que se destinaron a la construcción de la «Gradería de Sombra», Gradería Sombraorgullo para nuestra comunidad.

Posteriormente, el Comité integrado por Guillermo Segura, Carlos Luis Zúñiga, Eddie Fallas, Oscar Alfaro, Erick Gómez, José Ángel Espinoza y Marcos Durán, en los siguientes tres años, se enfrentaron a la gran tarea de cambiar toda la malla protectora del cuadrante y lograr el sueño de todos los «llaneros», nada menos que el sistema de iluminación a nuestro territorio deportivo.

Para la iluminación, fue especial el aporte de la señora Lupita Charpantier de la Asociación de Desarrollo Integral de El Llano, el Comité de Deportes y representantes de los equipos participantes quienes, entre otras actividades, realizaron «rifas» para obtener el objetivo trazado.

Después de concluidas estas obras, el Negro Zúñiga, con 28 años de pertenecer a los diferentes comités de deportes, renunció a su cargo por motivos de salud, sin cumplir el deseo de morir trabajando por el campo  deportivo. Quería más por la comunidad y el campo deportivo porque  su corazón estaba puesto en ellos.

Ya retirado, recuerda:»Siento nostalgia al no pertenecer a esta Institución, pero siento alegría cuando paso por las aceras de este campo, veo la iluminación, el campo verde, el pozo en su mejor funcionamiento, los camerinos nuevos, la gradería de sombra llena de espectadores, la sala de sesiones, en estas luchas estuvo mi interés, sacrificio y corazón. Con la colaboración de varios compañeros, hoy podemos decir a «todo galillo» que poseemos las mejores instalaciones de todo el Cantón Central de Alajuela. Aún cinco años después, sigo recibiendo muestras de cariño de mi querido barrio «El Llano».Negro Zúñiga

Es bueno destacar que Oficinas Comité Deportivo El Llanoel actual Comité de Deportes de El Llano está constituido por Aníbal Arrieta, Emilio Soto y Javier Saborío. Ellos, en honor al trabajo abnegado del Negro Zúñiga, decidieron bautizar la Sala de Sesiones con su nombre; este reconocimiento lo llevará el resto de su vida, según sus manifestaciones.

¡Muchas gracias, vecinos llaneros, hoy, los niños y jóvenes están disfrutando de nuestro campo deportivo, bautizado con el nombre de «Carlos Luis Fallas Sibaja, Calufa» o Plaza de El Llano, Alajuela, gracias a la lucha de un montón de vecinos llaneros, amantes del lindo deporte… !

Calufa

Publicado julio 27, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Historias

Referéndum anecdó-TICO   1 comment

El siete de octubre del 2007, al pueblo de Costa Rica se le propuso decidir en las urnas, una de dos alternativas: el SI o el NO para firmar el Tratado Libre Comercio con Centro América, República Dominicana y Estados Unidos, con nuestro país.

PersonalmeVOTOnte, como funcionario del Tribunal Supremo de Elecciones y del Registro Civil, me correspondió ser miembro de mesa, en un colegio de la Capital. Lo expuesto con las siguientes palabras, es el aspecto anecdótico. Lo que me sucedió y sentí, en ese momento al tener en contacto directo a nuestros compatriotas, ante una decisión tan importante para el país.

Por esa particularidad, le llamo «Referéndum anecdó-TICO».  Hago referencia  a «Ticos»,  porque así nos llaman  o somos conocidos los costarricenses.

Un compañero miembro en una de las Juntas Receptoras de Votos, contó su experiencia: «Un borrachito, llegó a la mesa, a la mesa de votación: «señores, pongan atención, vengo a votar por cualquiera, me da lo mismo si digo SÍ o si digo NO. Estoy así por culpa de Ustedes por no tocar el asunto de la «Ley seca», si me permiten tomar guaro, también deben permitir que vote».

Recordemos que la llamada «Ley seca» en Costa Rica, consiste en cerrar por unos días, las ventas de licor en supermercados y otros establecimientos, ya sea en la época de la Semana Santa o cada cuatro años, para las elecciones generales. Con esta «ley», aparentemente, se logra «menos consumo» de licor y de ahí, menos accidentes en las carreteras y hogares, violencia y desorden.

En mi caso particular, estuve de «contingente»(representante del Tribunal Supremo de Elecciones) en el Liceo de Costa Rica. Participé en las 10 Juntas de Votación, como miembro activo o atendiendo alguna situación anormal. Fue una hermosísima experiencia relacionarme con el pueblo, con el corazón del pueblo. Llevara el Sí o el No.

Una señora mayor, al entregarle la papeleta de votación, me dijo: «Usted, señor, que es un hombre de experiencia – miró mis canas, calvicie, arrugas y cara de futuro pensionado – dígame en confianza…¿por quién me aconseja votar, cuál es la mejor opción?

«Señora, soy representante del T.S.E, estoy para fiscalizar, para que todo sea transparente. Es decisión suya, no insista, señora».

Un señor de la «tercera edad» salió muy alegre del recinto electoral: «muchas gracias, señores, ya voté y voy a ganar». Doncito, le dije, Usted no ha depositado la papeleta en la urna, dónde está su decisión?.

«Allá en el recinto, prensadita con el bolígrafo». Hecha la observación a un asunto tan delicado, el ciudadano  trajo el voto para depositarlo donde correspondía.

Presenté mis credenciales ante las diez Juntas Receptoras de Votos. Les comuniqué la misión ante ellos y los electores: «Soy del T.S.E, me designaron recoger la votación (después de las seis de la tarde, como lo indica la Ley electoral), si necesitan permisos para ausentarse por cualquier causa, con mucho gusto los reemplazo».

Un miembro de mesa, me localizó en los pasillos del centro educativo: «caballero, solicito permiso para ausentarme, ocupe mi puesto, es que vivo solito y dejé la ropa fuera, si llueve se moja todo, mi casa está aquí, cerquita». Al regresar, casi media hora,  dijo frente a los otros miembros de mesa: «que buen servicio da esta gran Institución, qué bueno, los felicito».

Una señora de unos sesenta y cinco años, con dificultad para caminar, al estampar su firma, observó la fotografía de su hijo en el Padrón Fotográfico. Quedó inmóvil y soltó a llorar. «Señora, qué sucede, puedo ayudarla?. «Vea señor, este de la foto es mi hijo, no sé dónde está, no volvió a la casa». Llorando ingresó al recinto a depositar su voto.

Al final de la jornada electoral, a las dieciocho horas, el cierre de los recintos; inmediatamente los Miembros de Mesa abren las urnas electorales para el posterior conteo de votos y otros requisitos de ley.

Mientras esto está en marcha, estoy en los pasillos de la Institución Educativa, sentado en una banca, tomando un refresco y un emparedado ( un «sánguche», como pronunciamos los ticos el inglés al referirnos a sandwich), acompañado de otras personas, puede ser el Oficial de Seguridad del edificio educativo, con los delegados «Ad-honorem» del Tribunal Supremo de Elecciones o con los fiscales de los Partidos Políticos o tendencias. Todo en una verdadera amistad y patriotismo.

Todos, esperamos ganar, pero sabemos que unos, tenemos que perder y aceptar la decisión del pueblo mayoritario, expresada en papeletas que horas antes fueron depositadas en «cajitas de cartón» (urnas).

Poco a poco, unos más rápidos para el «conteo» y llenar los formularios y actas del  resultado de la  votación, cierran y sellan los sacos y buscan al representante del Tribunal Supremo de Elecciones, en este punto me corresponde recibir los votos de nuestros compatriotas.

«Queda en sus manos la voz y voto del pueblo», dice el Presidente de una de las diez mesas electorales.

«Muchas gracias por colaborar y defender nuestra Democracia», mientras le extiendo la boleta correspondiente por tan importante recibo de documentos.

Ahora sí, bien tranquilo y satisfecho, me dirijo a la sede central del Tribunal Supremo de Elecciones para que ésta continúe el proceso electoral.

Me preguntará el lector…¿ ganó o perdió en este primer referéndum en Costa Rica?

¡Gané!. Porque laboré más de quince horas por nuestra Costa Rica.

Esta experiencia fue hermosa al transcurrir el día siete de octubre (por cierto se pasó muy rápido), disfruté montones porque compartimos democracia y comprensión entre costarricenses, sin importar una decisión o la otra, en ese momento.

Así, disfruté el referéndum, con lágrimas y alegría. Sentí la satisfacción inmensa por haber cumplido con mi Patria y la Institución; ella que me ha dado la oportunidad de laborar por 31 años y hoy me permite ausentarme por el derecho a mi jubilación.

Hoy, no soy funcionario del Tribunal Supremo de Elecciones y del Registro Civil, pero siempre las llevaré en mi corazón.

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Publicado julio 21, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Historias

Estampa cívica   Leave a comment

Pronto, en menos de treinta días, los costarricenses tendremos el privilegio de acudir a las urnas electorales. No existe duda que muchos pueblos anhelan tener la seguridad y pureza de cómo se desarrolla el proceso en nuestro país, reconocido a escala mundial.

Hace más de veinte años, capté esta linda estampa cívica y democrática, donde observamos auténticos campesinos guanacastecos (pertenecientes a Guanacaste, quinta provincia de Costa Rica, Centroamérica, portando las urnas electorales, sin protección policial, para ser instaladas en sus comunidades. Un inmenso trayecto por caminos casi intransitables, hasta unirse a más compatriotas, miembros de las «Juntas Receptoras de Votos» y poner a disposición del pueblo el derecho y deber al Voto, patrimonio que nos ha hecho diferentes, en comparación a otras naciones.

Nosotros, el pueblo costarricense, nos preparamos una vez más para dar una lección de civismo y paz a todo el mundo.  Los funcionarios del Tribunal Supremo de Elecciones (T.S.E) y Registro Civil (R.C) de Costa Rica,  también ponemos a disposición del pueblo y ojos del mundo, nuestra transparencia y nitidez moral para cumplir con nuestra Patria.

¡Adelante, Tribunal Supremo de Elecciones y Registro Civil de Costa Rica, Centroamérica, adelante pueblo costarricense!

Miembro de mesa electoral

Miembros de Mesa

Electoral, con la documentación.

¡Adelante, pueblo de Costa Rica!

(Publicado en La Prensa Libre, sección Opinión, 10 enero 2006).

Publicado julio 21, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Opinión

De Verita , al señor de los nombres   Leave a comment

(De Vera Violeta Guzmán, a mi compañero de trabajo).

José mi foltoManuel Morera Cabezas, nació el ocho de agosto de mil novecientos cuarenta y nueve, en Alajuela Centro,  vecino del Estadio Alejandro Morera Soto, curiosamente sería de apellido Soto, por cuestiones legales no fue así.

Entró a laborar al Tribunal Supremo de Elecciones y Registro Civil el dos de enero de mil novecientos setenta y seis y hoy, treinta años después,  está a punto de obtener la pensión del Estado.

Fue esforzado y trabajador desde niño. Su madre tenía un taller de camisas oficio que aprendió. También arreglaba las máquinas del taller.

Ha sido aficionado a la escritura sobre todo en temas reales de los pueblos, se ha destacado en el Tribunal Supremo de Elecciones, propiamente en el Archivo de documentos personales, donde ha obtenido el nombre cariñoso como «El señor de los nombres» por su empeño con el tema y por su fina atención al público o usuario de nuestra gran Institución, siempre atento y sonriente, dándole proyección al TSE y Registro Civil, incluso, a escala mundial.

Lo que sabemos: estando en los primeros años de secundaria participó en un concurso de redacción y ortografía ganando a ese nivel. Luego, en 1974, su participación lo hizo en el Concurso Anual patrocinado por la radioemisora Radio Habana Cuba, incluidos radio oyentes de Estado Unidos y España. Debía confeccionar un ensayo de 500 palabras sobre «La Guerra de Vietnam», quedando ocho ganadores, entre ellos el señor Morera Cabezas. El premio consistió en un mes de estadía en Cuba, con todos los gastos pagos.

Era tan pobre que su mamá lo único que le pudo obsequiar para el viaje fueron unas camisas confeccionadas por sus manos, porque no tenía «un cinco» para el viaje. Recuerda que para obtener el derecho al pasaporte debía depositar la suma de ochenta colones, no al alcance de su bolsillo.

Como anécdota, esta situación la comunicó de inmediato a la radioemisora cubana, quienes depositaron en la Agencia Iberia en San José, Costa Rica,  la suma requerida. Sólo así podía subirse al avión.

Nuestro compañero de trabajo, nos comenta que conoció todo Cuba. Su experiencia en esta linda nación y contacto con el pueblo fue de enorme provecho para su vida.

En 1983 participó en la misma radioemisora, en otro de los concursos. Esta vez con el tema «El comercio de Estados Unidos con América Latina». Volvió a ser elegido como ganador, el premio consistió en un viaje a Cuba, por quince días. En un acto de solidaridad y cariño por su hermana quién quería conocer Cuba, lo donó para que ella cumpliera su sueño.

El tres de octubre del 2003 ganó una Mención Honrosa de la Universidad de las Ciencias y las Artes, ubicada en nuestra Capital, San José, por la participación en un concurso literario,  con la obra infantil (categoría Cuento) «Don Paulino, espantos y tesoros».

A nuestro querido compañero le han publicado sus escritos en periódicos nacionales como La Prensa Libre, Revista Dominical de La Nación, Eco Católico, Tico Times, La Teja, en periódicos regionales de Alajuela, entre ellos, «Vecinos» del periódico La República, «Alajuela En La Nación», «Antorcha» y «El emprendedor».

Por sus trabajos, especialmente por distinguirse en la recolección de nombres históricos dejados por nuestros abuelos, ha sido entrevistado por la Radio Nacional de España, también en las emisoras de «Radio Caracol», de Colombia, en las dos  en programas dedicados a la sección curiosa de los nombres en las personas, participación vía telefónica.

Felicitaciones a José Manuel por su excelente labor haciendo destacar esta linda Institución. ¿Cuántos artistas más hay entre nosotros que no hemos notado?.

(Publicado en el periódico EL ELECTOR, del Tribunal Supremo de Elecciones, 1997) .

Publicado julio 20, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Opinión

Medio siglo del T.S.E.   Leave a comment

La Constitución Política logo-tse.jpgde Costa Rica del 07 de Noviembre de 1949 dio origen a la creación del Tribunal Supremo de Elecciones.

Es un honor y privilegio para nuestra Patria celebrar pronto los 50 AÑOS del Órgano Electoral.

Coincide esta celebración histórica con los acontecimientos políticos protagonizados por nuestros antepasados, en 1889. A partir de aquella página histórica (y otras no menos importantes desde la Colonia) conmemoramos las bases firmes de nuestra democracia.

Hoy, hace casi 110 años aquellos compatriotas acudieron a un proceso electoral. Los principales grupos, el PARTIDO LIBERAL PROGRESISTA (oficial) con Ascensión Esquivel quien tuvo el apoyo del presidente Bernardo Soto Alfaro, hasta ubicarlo en su puesto por ser el designado; y la oposición en el PARTIDO CONSTITUCIONAL DEMOCRÁTICO, encabezado por José Joaquín Rodríguez. Don José consiguió el triunfo electoral, mientras don Ascensión no aceptó la derrota, produciéndose el 7 de noviembre los hechos violentos que enfrentaron cuerpo a cuerpo a los hermanos costarricenses.

El pueblo costarricense, defensor de la paz y la legalidad, fue obligado a la acción guerrerista para defender con sangre la voluntad popular, manifestada en las urnas. ¡Con sangre se defendió el sufragio!.

Ante aquella situación, Esquivel prefirió renunciar a la Presidencia y entregar el poder al legítimo vencedor, evitando así una guerra civil.

Ayer, el pueblo exigió en las calles respetar el sufragio; hoy, también lo respetamos y defendemos. Costa Rica guarda en su memoria el civismo de aquellos hombres y tiene plena confianza en la honestidad y respeto en sus Organismos Electorales, el Tribunal Supremo de Elecciones y Registro Civil que día a día están presentes para defender y fortalecer el sistema democrático y proceso electoral transparente, reconocido por el propio pueblo y el mundo.

Como dato ilustrativo, conservo algunos recortes periodísticos referentes a procesos electorales en otras naciones. Extraigo los conceptos principales:

1. Reclamo de elecciones libres.
2. Robo de urnas y votantes que sufragan en varias mesas y sitios.
3. Comicios aplazados por asesinatos.
4. Fraudes escandalosos.
5. Guerras han impedido la realización de elecciones.
6. Anulación de tribunales de elecciones.
7. Anulación de elecciones.
8. Actos terroristas contra el pueblo y candidatos.
9. Procesos manejados por militares.

En Costa Rica es diferente. Inmediatamente el candidato reconoce su derrota y, a la vez, elogia la pureza del sistema electoral. Aquí, nuestros hijos saben que el pueblo decide en las urnas, como en 1899.

¡VIVA COSTA RICA Y EL CIVISMO DE NUESTRO PUEBLO!.

 

(Comentario propio publicado en LA REPÚBLICA, SECCIÓN OPINIÓN, domingo 03 octubre 1999, dedicado al Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica).

Publicado julio 13, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Opinión