Referéndum anecdó-TICO   1 comment


El siete de octubre del 2007, al pueblo de Costa Rica se le propuso decidir en las urnas, una de dos alternativas: el SI o el NO para firmar el Tratado Libre Comercio con Centro América, República Dominicana y Estados Unidos, con nuestro país.

PersonalmeVOTOnte, como funcionario del Tribunal Supremo de Elecciones y del Registro Civil, me correspondió ser miembro de mesa, en un colegio de la Capital. Lo expuesto con las siguientes palabras, es el aspecto anecdótico. Lo que me sucedió y sentí, en ese momento al tener en contacto directo a nuestros compatriotas, ante una decisión tan importante para el país.

Por esa particularidad, le llamo «Referéndum anecdó-TICO».  Hago referencia  a «Ticos»,  porque así nos llaman  o somos conocidos los costarricenses.

Un compañero miembro en una de las Juntas Receptoras de Votos, contó su experiencia: «Un borrachito, llegó a la mesa, a la mesa de votación: «señores, pongan atención, vengo a votar por cualquiera, me da lo mismo si digo SÍ o si digo NO. Estoy así por culpa de Ustedes por no tocar el asunto de la «Ley seca», si me permiten tomar guaro, también deben permitir que vote».

Recordemos que la llamada «Ley seca» en Costa Rica, consiste en cerrar por unos días, las ventas de licor en supermercados y otros establecimientos, ya sea en la época de la Semana Santa o cada cuatro años, para las elecciones generales. Con esta «ley», aparentemente, se logra «menos consumo» de licor y de ahí, menos accidentes en las carreteras y hogares, violencia y desorden.

En mi caso particular, estuve de «contingente»(representante del Tribunal Supremo de Elecciones) en el Liceo de Costa Rica. Participé en las 10 Juntas de Votación, como miembro activo o atendiendo alguna situación anormal. Fue una hermosísima experiencia relacionarme con el pueblo, con el corazón del pueblo. Llevara el Sí o el No.

Una señora mayor, al entregarle la papeleta de votación, me dijo: «Usted, señor, que es un hombre de experiencia – miró mis canas, calvicie, arrugas y cara de futuro pensionado – dígame en confianza…¿por quién me aconseja votar, cuál es la mejor opción?

«Señora, soy representante del T.S.E, estoy para fiscalizar, para que todo sea transparente. Es decisión suya, no insista, señora».

Un señor de la «tercera edad» salió muy alegre del recinto electoral: «muchas gracias, señores, ya voté y voy a ganar». Doncito, le dije, Usted no ha depositado la papeleta en la urna, dónde está su decisión?.

«Allá en el recinto, prensadita con el bolígrafo». Hecha la observación a un asunto tan delicado, el ciudadano  trajo el voto para depositarlo donde correspondía.

Presenté mis credenciales ante las diez Juntas Receptoras de Votos. Les comuniqué la misión ante ellos y los electores: «Soy del T.S.E, me designaron recoger la votación (después de las seis de la tarde, como lo indica la Ley electoral), si necesitan permisos para ausentarse por cualquier causa, con mucho gusto los reemplazo».

Un miembro de mesa, me localizó en los pasillos del centro educativo: «caballero, solicito permiso para ausentarme, ocupe mi puesto, es que vivo solito y dejé la ropa fuera, si llueve se moja todo, mi casa está aquí, cerquita». Al regresar, casi media hora,  dijo frente a los otros miembros de mesa: «que buen servicio da esta gran Institución, qué bueno, los felicito».

Una señora de unos sesenta y cinco años, con dificultad para caminar, al estampar su firma, observó la fotografía de su hijo en el Padrón Fotográfico. Quedó inmóvil y soltó a llorar. «Señora, qué sucede, puedo ayudarla?. «Vea señor, este de la foto es mi hijo, no sé dónde está, no volvió a la casa». Llorando ingresó al recinto a depositar su voto.

Al final de la jornada electoral, a las dieciocho horas, el cierre de los recintos; inmediatamente los Miembros de Mesa abren las urnas electorales para el posterior conteo de votos y otros requisitos de ley.

Mientras esto está en marcha, estoy en los pasillos de la Institución Educativa, sentado en una banca, tomando un refresco y un emparedado ( un «sánguche», como pronunciamos los ticos el inglés al referirnos a sandwich), acompañado de otras personas, puede ser el Oficial de Seguridad del edificio educativo, con los delegados «Ad-honorem» del Tribunal Supremo de Elecciones o con los fiscales de los Partidos Políticos o tendencias. Todo en una verdadera amistad y patriotismo.

Todos, esperamos ganar, pero sabemos que unos, tenemos que perder y aceptar la decisión del pueblo mayoritario, expresada en papeletas que horas antes fueron depositadas en «cajitas de cartón» (urnas).

Poco a poco, unos más rápidos para el «conteo» y llenar los formularios y actas del  resultado de la  votación, cierran y sellan los sacos y buscan al representante del Tribunal Supremo de Elecciones, en este punto me corresponde recibir los votos de nuestros compatriotas.

«Queda en sus manos la voz y voto del pueblo», dice el Presidente de una de las diez mesas electorales.

«Muchas gracias por colaborar y defender nuestra Democracia», mientras le extiendo la boleta correspondiente por tan importante recibo de documentos.

Ahora sí, bien tranquilo y satisfecho, me dirijo a la sede central del Tribunal Supremo de Elecciones para que ésta continúe el proceso electoral.

Me preguntará el lector…¿ ganó o perdió en este primer referéndum en Costa Rica?

¡Gané!. Porque laboré más de quince horas por nuestra Costa Rica.

Esta experiencia fue hermosa al transcurrir el día siete de octubre (por cierto se pasó muy rápido), disfruté montones porque compartimos democracia y comprensión entre costarricenses, sin importar una decisión o la otra, en ese momento.

Así, disfruté el referéndum, con lágrimas y alegría. Sentí la satisfacción inmensa por haber cumplido con mi Patria y la Institución; ella que me ha dado la oportunidad de laborar por 31 años y hoy me permite ausentarme por el derecho a mi jubilación.

Hoy, no soy funcionario del Tribunal Supremo de Elecciones y del Registro Civil, pero siempre las llevaré en mi corazón.

TLCUrna votacionesTLC

Publicado julio 21, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Historias

Una respuesta a “Referéndum anecdó-TICO

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  1. José Manuel: Me tomé la libertad de leer sus anécdotas en mi programa de radio (www.radiofmflores.net) y ello desató llamadas de los oyentes con cosas de las más ilarantes.
    Como representante partidario y/o periodista he participado en todos los comicios que mi país ha tenido desde la vuelta a la democracia hace 25 años y la emoción no disminuye jamás. Qué importante, con cuanta emoción, con cuant expectativa vota un ciudadano! Y ni hablar de lo rápido que se pasan los días de elecciones. Suena a fiesta. Un fuerte abrazo desde Buenos Aires, desde http://reflexioncristiana.nireblog.com

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