Archivo para noviembre 2008

Gobierno…¿ qué espera para pagar?   Leave a comment

Recientemente, los pensionados por el Régimen de Hacienda nos echamos a la calle a defender nuestros legítimos derechos. De ahí, ingresamos a las instalaciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, no a pedir justicia, a exigir justicia, respeto y consideración a los viejos y nuevos pensionados.

No podía menos que solidarizarme con tantos adultos mayores en esta lucha, exigiendo no un lujo ni regalías, lo que pretendemos arrebatar es lo justo, lo que nos pertenece,  el pago correcto y YA a lo adeudado a nuestras pensiones, como lo indican las Leyes.

No hacemos nada ni ganamos nada con escuchar palabras y palabras, ver en portadas de revistas, periódicos y televisión, a nuestros gobernantes con lemas de “paz con la naturaleza y paz para el mundo”, mientras están los ancianos en las calles portando cartelones con  protesta y alzando la voz, muchas de ellas muy débiles por su enfermedad o avance de su edad, a ser escuchados. ¿Para qué diablos pronunciar la palabra “paz”?   ¿Paz a sus restos sin recibir la pensión completa?

¡Cuánta tristeza y humillación! Casi 900 pensionados ya están fallecidos, sin lograr los ajustes económicos a la pensión ganada con toda honradez, durante más de 30 y hasta 35 años laborados.

Señores del Gobierno, saquen los millones y millones que nos deben, busquen la tecnología que dicen necesitar para cumplir,  para eso tienen el  tal “te-ele-cé” o los bonos chinos, pero paguen lo que deben.

Esto trae el recuerdo  cuando en las “pulperías” de nuestros barrios, existía el sistema de pago y deuda con “libreta”. Sacábamos lo necesario durante la quincena o el mes, generalmente en concepto de alimentación. Al día de pago, los deudores cancelamos al pulpero. No había huelgas ni protestas del dueño de la pulpería. Todo el mundo se ponía en orden con sus compromisos.

Es lo mismo: si en la “Libreta del Pensionado” se indica que el Gobierno debe millones de colones, no durante una quincena o un mes por   reajustes, aumentos y otros conceptos, sino desde hace diez o más años, que corra a pagar. Los pensionados necesitamos la pensión completa para tratar de enfrentar el altísimo costo de la vida, que posiblemente no toca al otro sector de pensionados, a los pensionados de lujo.

Uno de los rótulos o exigencias del sector pensionado en la manifestación, decía: “Gobierno… ¿qué espera para pagar? Soy pensionado pobre”. 

Claro, en la calle alzamos la voz los pensionados pobres, los privilegios están en manos de los  poderosos y gobernantes.

¡Arrebatemos nuestros derechos!

Mi apoyo a la Asociación de Pensionados de Hacienda y del Poder Legislativo (ASPHAL) en esta justa lucha.

(Publicado en La Prensa Libre, Sección Comentarios, 09 dic. 2008)

(Publicado en Diario Extra, Sección Opinión, 10 dic. 2008)

Publicado noviembre 30, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Opinión

La bicicleta «raleigh» de Oviedo   13 comments

Un poco de historia. En el antiguo Egipto, pusieron a circular una máquina rudimentaria, formada Bicicleta de Oviedopor dos ruedas, unidas por una barra y propulsada por los pies; los antiguos de China presentaron su competencia o modelo muy parecido al egipcio, con la gran diferencia que sus ruedas estaban hechas de puro bambú.

Más tarde, apareció el descubrimiento de Leonardo Da Vinci, italiano, famoso pintor, escultor, dibujante, ingeniero e inventor. En la Biblioteca Ambrosiana, en Milán, Italia, en un apartado de la obra titulada “Código Atlanticus”, que conserva dibujos entre 1478-1518, apareció el esquema de una bicicleta, sin juego de dirección, con pedales, cadena y desmultiplicación, el guardabarros servía de sillín… un dibujo confeccionado por las manos mágicas de este señor.

Así, Da Vinci, es considerado el inventor de esta popular máquina.

En Europa fue introducida eRaleighn el siglo XIX, causando un fuerte impacto cultural e industrial. Hoy, es un medio de transporte muy saludable, contribuye a la buena marcha de la ecología, al ejercicio físico, sostenible, económico y especial para la recreación y el deporte.

Su uso es generalizado en casi toda Europa, aquí, Holanda, Suiza, Alemania, en algunas zonas de Polonia y en los países escandinavos, es uno de los principales medios de transporte; en el Continente Asia, especialmente en China y La India, es el principal.

No importa en este momento quiénes fueron los inventores; lo destacable en esta historia, es el recuerdo que nos trae un ejemplar de este vehículo, cómo llegó y a la fecha se mantiene aún “nuevecito” en nuestra comunidad Concepción El Llano de Alajuela, Costa Rica, a la vista de todos, propiedad de don Fernando Oviedo.

La pintura, piezas, limpia como un ajo,  la bicicleta inglesa marca “Raleigh” es auténtica, original, la adquirió este trabajador en la agencia o venta de bicicletas en el año mil novecientos cincuenta y seis (1956), en un negocio comercial ubicado en Alajuela. Hoy, la mantiene intacta, sin más ni menos piezas, ni reconstruidas, simplemente como salida de la fábrica, allá en Inglaterra.

Su trabajo de fontanero, le exigió un vehículo para el transporte diario, eligiendo este vital instrumento. Hizo los cálculos económicos y no lo pensó mucho para extraer de su bolsillo, doscientos cincuenta colones (250 colones) para adquirirla de contado. Pasó a ser dueño de tan fuerte, valiosa y útil máquina.

En esos tiempos, era exigido inscribirla ante el Departamento del Tránsito. Aquí se le extendía un documento escrito con todos los datos aportados y, a cambio, la placa metálica, renovable cada año por un valor de setecientos cincuenta colones (750 colones).

Por cumplir con todos los trámites legales, automáticamente se le asignaba el “derecho de circulación”; de otra forma era prohibido estos aparatos en nuestras calles. Además, debía portar la iluminación correcta para uso nocturno.

Todos estos requisitos servían para proteger la bicicleta y a su conductor, en casos de accidentes o robos, no muy usuales hace varias décadas.

Contrario al privilegio de tener una bicicleta propia, existía otra clase de usuarios, o sea, los que no tenían el dinero para comprar un ejemplar como el de Oviedo u otras marcas de menor calidad y precio. Para estos usuarios – generalmente estudiantes, limpiabotas y otros trabajadores – existían algunos establecimientos caseros dedicados al “Alquiler de bicicletas por horas”.

Muy en nuestra mente está don Miguel «Chino» González. En su casa tenía a disposición una pieza o garage para estos vehículos, por allá de los años mil novecientos sesenta o antes. Por treinta céntimos de colón, teníamos derecho a un cuarto de hora de bicicleta alquilada para hacer los paseos, hacer mandados o distribuir los almuerzos de encargo y otros usos. Generalmente, el alquiler se pactaba por “un cuarto de hora”, según la capacidad económica del cliente.

La gran ventaja – supongamos que el alquiler se hiciera en estos tiempos – era que nadie se dejaba la bicicleta, a excepción de algún caso catalogado como salido de lo normal o podía ser el abuso al tomar más tiempo del convenido. Todo se realizaba por un acuerdo a «pura palabra», entre el usuario y propietario. Así todos podíamos tener bicicleta, por un rato.

En nuestra comunidad está presente la “adulta mayor” de don Fernando, aún con mucha fuerza y admirada por todos. Nuestro vecino le da sus atenciones y protección, dándonos la oportunidad de volver la imaginación y la memoria hacia tiempos y momentos muy diferentes a los actuales.

Hoy, la identificación metálica número 15108 del año 1968 que porta la bicicleta, fue la última placa y año de funcionamiento de este sistema, para dar espacio a un «plástico o marchamo», el cual se pegaba en la barra u otra parte visible.

Es una historia presente que podemos tocar, admirar, hacer fotos, viajar sobre ella, es una joya histórica en nuestra comunidad, una historia con más de medio siglo.Placa antigua

(Texto publicado en La Prensa Libre,

Sección Comentarios. 18 nov. 2008).

Publicado noviembre 13, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Historias