Las expresiones escritas (textuales) abajo anotadas, constan en las solicitudes de naturalización, ante las autoridades correspondientes nacionales. El país indicado al pie de cada texto significa la procedencia del extranjero y el año es el ingreso al país, Costa Rica, Centroamérica.
Los documentos originales para realizar esta recopilación permanecen en los Archivos del Registro Civil y Tribunal Supremo de Elecciones. Analicemos el sentimiento expresado hacia nuestra nación, Costa Rica, su nueva Patria.
“He encontrado aquí hospitalidad y atenciones. Siento cariño profundo por el país”.
Servia, Yugoeslavia, 1928.
“He llegado a compenetrarme con este suelo, con sus instituciones, con su clima, con su belleza y ambiente acogedor. Necesitaba de un lugar de paz y sosiego, lugar que dichosamente he descubierto en Costa Rica”.
China, 1934.
“Entre los costarricenses he tenido que ver y admirar su pacifismo, su dedicación al trabajo y a las buenas costumbres”.
Panamá, 1930.
“Por haberme casado y contraído vínculos que comprometen mi gratitud, deseo y tengo el propósito de radicarme definitivamente, deseando obtener el título de ciudadano costarricense”.
Colombia, 1897.
“Hace catorce años tuve la suerte de ingresar a esta bella República, he logrado un capitalito en la agricultura y comercio, siempre de un modo honrado y ajustado a toda moralidad, de manera que en vez de ser una carga para el Estado, en algo he contribuido a su progreso”.
Líbano, 1927.
“Deseo optar por la ciudadanía de Costa Rica, lo quiero como el mío propio, lo considero como uno de los más avanzados de la tierra, pequeño en extensión, grande y potente por sus sabias leyes y grandes instituciones, sus habitantes tan hidalgos y trabajadores, como los más cultos y civilizados del mundo”.
Súbdita inglesa, 1926.
“Tuve la suerte de ver la primera luz en esta ciudad de Limón (puerto caribeño), donde mis padres se habían radicado desde hacía muchos años. Nunca he salido ni pienso salir de este país, y caso de salir, será para regresar enseguida como lo hacen los buenos hijos”.
Inglaterra, 1926.
“Aquí me casé católicamente con una hija de este país, y es tanto el cariño que siento por esta tierra, que no puedo menos que adoptarla como mi segunda patria”.
Francia, 1929.
“Me siento muy satisfecha con el pueblo costarricense, a quien debo inolvidable gratitud por la hospitalidad que, desde mi llegada a sus playas, se me ha brindado”.
Jamaica, 1929.
“Soy israelita que he estado bajo la bandera francesa y ahora pretendo ser costarricense”.
Israel,1927.
“Nací en Bengala, India, en 1904. Deseo naturalizarme como ciudadano de Costa Rica”.
India, 1941.
“Mi Patria ha sido y es Costa Rica, una patria verdadera es la que da paz, trabajo y hogar, todas estas cosas la he obtenido en este suelo, donde palpita el verdadero ambiente de libertad, democracia, el bien social”.
Italia, 1943.
“Salí de Alemania el primero de agosto de 1908 en calidad de marino, en un vapor mercante, llegando a ocupar el alto cargo de capitán, navegando por todos los puntos del planeta y dándole siete veces la vuelta a la tierra.
Después de visitar algunos lugares de sur y Centroaméica, llegamos a Costa Rica donde resolvimos, junto a mi esposa, establecernos aquí. Prometemos vivir la vida democrática republicana de este país y ser buenos hijos, ya que todo lo que hemos conocido en nuestros viajes, es aquí donde encontramos el medio mejor para vivir nuestra vida de paz y trabajo”.
Alemania, 1948.
“Es tan hermosa la libertad que se disfruta en Costa Rica, así como la vida de sus gentes, que nuestro vivo deseo es ser costarricense”.
Austria, 1946.
“En 1938 ingresé a Costa Rica. Mi salida de Austria se debió a la invasión germana; como tantos austriacos traté de sacudir el yugo nazi y buscar nuevos horizontes, tranquilidad y libertad para trabajar. Costa Rica, desde el primer momento, me brindó su paz y tranquilidad”.
“Quiero formar parte de la comunidad política de Costa Rica y tener la honra de ser su hijo adoptado legalmente, ya que espiritualmente lo soy hace muchos años”.
Uruguay, 1948.
“Hago formal renuncia de mi nacionalidad para acogerme a la de una de sus hijas, herederas de su sangre, lengua, religión y tradiciones”.
España, 1941.
“Antes de ingresar a esta tierra, trabajé en El Callao, Perú, como ayudante de panadería; luego me embarqué en el vapor Tango que venía con frecuencia a este puerto (Puntarenas, en el Pacífico) a dejar gasolina, aquí me quedé”.
Perú, 1938.
Checoslovaquia, 1944.
“Señor Jefe Político, cantón Orotina, Alajuela, Costa Rica: vengo a manifestar mi intención de hacerme ciudadano costarricense para poder depositar mi voto en las próximas elecciones”.
Nicaragua, 1909.
“Hace más de catorce años que resido en la República, donde he observado buena conducta y soy un elemento sano y útil a la sociedad y no un parásito social, que siempre resulta una carga para el Estado”.
Cuba, 1925
“Apreciamos las condiciones pacíficas y de cultura de este país y vivimos encantados de su naturaleza”.
Lituania, 1945.
“Hago formal solicitud de nacionalidad. En 1910, siendo un niño, arribé en compañía de mis padres a tierras de Costa Rica. No podría precisar el nombre del barco que nos condujo a este país, pero sí puedo asegurar que el atraco se hizo por Puerto Limón”.
Puerto Rico, 1939.
“Soy casado, agricultor, vecino de la Isla del Coco, Comarca de Puntarenas, ante Usted respetuosamente digo: hace ocho años fijé mi domicilio en Costa Rica, procedente de Alemania, deseo adquirir la carta de naturalización en este país”.
Alemania, 1897.
“Costa Rica me atrae en todo sentido: sus bellezas, libertad, cultura”.
Hungría, 1945.
“Muy pequeña vine a este país, procedente de California, y en él me he criado y adquirido las costumbres de los costarricenses, con las cuales estoy identificada. Por esta razón, quiero ser ciudadana de este país, renunciando desde ahora a mi nacionalidad norteamericana”.
E.E.U.U, 1927.
“A este país nos une el cariño y la simpatía de los costarricenses y más que todo, las leyes que imparten el derecho igual pra todo el mundo. Tenemos un capital de más de veinte mil colones cada uno y hemos resuelto, mi hermano y yo, optar por la ciudadanía de esta nación”.
Arabia, 1909.
“Ya para mí este país es mi segunda patria. Tengo los ideales ticos, conozco muy bien su lengua, tengo sus propias costumbres, sus mismas virtudes y defectos. Mi alma se ha compenetrado de la idiosincrasia de este pueblo, ya que es el mío. Yo gozo cuando los ticos gozan y sufro cuando ellos sufren”.
Polonia, 1944.
“Hace más de un año radico en esta República y deseo que esta tierra sea mi verdadera Patria”.
Tiberia, Palestina, 1927.
“Al renunciar a mi nacionalidad no es para fines ilícitos, sino que obedece al amor que siento por esta tierra de libertad”.
China, 1934.
“He resuelto cobijarme con la bandera de esta República, radicándome en ella de manera definitiva”.
España, 1942.
“Soy española y he estado orgullosa siempre de serlo; pero ya me radicado por muchos años en esta tierra de paz y trabajo”.
España, 1945.
“Deseo hacerme costarricense y renunciar a mi nacionalidad”.
Holanda, 1941.
“Es bien sabido de todo el mundo que la raza judía, sin razón de ninguna especie, sin un fundamento legal o moral que pueda servir de justificativo, ha sido objeto de persecución sin paralelo en la historia de la humanidad.
Mi raza ha puesto de sí todos sus empeños, sus esfuerzos, su inteligencia, con el fin de hacer avanzar a la humanidad hacia una civilización ideal. Esta raza cuenta con hombres ilustres que lo han sacrificado todo para servir al mundo. En la guerra mundial en que estamos actualmente empeñados, la ya vencida Alemania, jefeada por Hitler, se ensañaron en mi raza con cualquier pretexto, para robarnos la libertad y los bienes materiales que habíamos logrado acumular a base de honradez, esfuerzo y constancia.
Este hombre en su locura satánica nos despojó de todo, nos quitó el hogar, los hijos, los padres, la vida y la nacionalidad. Yo tuve suerte y pude escapar de aquel infierno terrenal. En Costa Rica he encontrado paz, honradez y justicia”.
Hungría, 1945.
“Es mi deseo terminar mi vida en esta tierra de paz, la cual considero mi verdadera Patria; mi querida Polonia, que en el transcurso de su historia ha sido dividida y fraccionada, no obstante, que en todas las épocas pasadas le ha tocado ser el soldado de Europa, como en los tiempos gloriosos que fue el blanco de la codicia de los tártaros y turcos, hoy ha sido la principal víctima de la barbarie nazista. De nuestra Patria sólo queda la Nación, nuestros edificios y reliquias históricas, han sido pasadas en sangre y fuego; nuestros padres han sido brutalmente asesinados por las hordas salvajes de Hitler; en consecuencia, ratifico mi deseo expreso a renunciar mi ciudadanía y adoptar la costarricense”.
Polonia, 1945.
“Pienso radicarme en Costa Rica, país de libertades, paz y trabajo”.
Colombia, 1913.
“Las condiciones peculiares de este país pronto ganaron mi simpatía y comencé a arraigarme en él, arraigo que se acentuó al formar hogar con una dama de esta sociedad”.
Colombia, 1935.
“Debido a mi larga permanencia en el país y fundado mi hogar, es mi deseo terminar mis últimos días en Costa Rica, tierra de paz y modelo de democracia”.
Líbano, 1943.
“Considero a Costa Rica como mi verdadera Patria y no he pensado más regresar a mi país, pienso que soy acreedor al alto honor de considerarme costarricense”.
Líbano, 1924.
“Llegué a este país halagado por los magníficos informes que obtuve de la vida tranquila que aquí se lleva, de la honradez de los Gobiernos y de los habitantes de que goza”.
Polonia, 1929.
“Cada día miro con más cariño a la tierra que me ha dado gran parte de mi capital, bajo el amparo de las Leyes que la rigen por medio de sus dignos estadistas y mandatarios”.
China, 1918.
“Renuncio formalmente a mi primitiva nacionalidad y juro a Dios observar la Constitución y las Leyes de la República”.
Grecia, 1929.
“Mi designio es hacerme ciudadano costarricense y renunciar a la nacionalidad norteamericana”.
E.E.U.U, 1946.
“Connaturalizado con las costumbres de este país cuya proverbial tranquilidad seduce a todos los extranjeros que tenemos la dicha de llegar aquí, he establecido mi hogar, deseo hacer de Costa Rica mi nueva Patria”.
Polonia, 1946.
“Estoy encariñado con las Leyes y costumbres de Costa Rica”.
Suecia, 1927.
“En este país he hallado respeto y consideraciones. Esto me hace caer en el deseo de ser uno de esos extranjeros que busca bajo su bandera el abrigo y la tranquilidad”.
Egipto, 1928.
“En este bello y hospitalario país, he sentido muy de cerca las palpitaciones de la vida nacional, identificándome en un todo con ella. He practicado todas sus costumbres y mi temperamento se ha adoptado admirablemente y confundido con la idiosincracia del pueblo costarricense”.
Italia, 1940.
“A fines de 1910 llegué a este país, desde entonces, vivo aquí ganándome el pan con mi trabajo, primero para mi sólo, y después para mi esposa e hijos. No he podido recordar el nombre del “vapor” que me trajo a esta tierra que tanto quiero”.
Líbano, 1941.
“Quiero a Costa Rica entrañablemente y deseo adoptarla por Patria”.
España, 1905.
“Renuncié a mi empleo y vine a Costa Rica. De ello no me arrepiento, sino que muy al contrario, me siento feliz de haber llegado a este hospitalario país”.
España, 1941.
“Mi intento no es otro que el asegurar mi permanencia en Costa Rica, con los mismos derechos y deberes de los nacionales. Vine en 1895 bajo el Gobierno de don Rafael Yglesias. Me considero con derecho a llamarme “Costarricense“.
China, 1932.