Archivo para mayo 2017

San Caralampio llanero…   Leave a comment

Protector contra las pestes, enfermedades y hambre…y en su lugar, Paz, Pan y Salud.

Dice la historia: San CaralampioCaralampio

nació en Lidia, Asia Menor, en el año Noventa de nuestra era. Discípulo de San Juan Evangelista y San Policarpo, insignes Maestros que lo condujeron a la dignidad sacerdotal.

Su santoral se celebra el décimo día de febrero, como “Caralampio Obispo Mártir”. En tiempos del Emperador Severo (194-211) en la Ciudad de Éfeso (hoy Turquía), situada a orillas del Mar Egeo, fue acusado de peligrosidad para la seguridad del Imperio, al provocar rebelión en el pueblo,  quien  admiró y se unió a su causa, convencidos de su resistencia física- espiritual y su decisión de propagar las enseñanzas de Jesús, ante amenazas, torturas y persecución.  Por tal condición, en plena tortura física, manifestaba que a su cuerpo nadie le causaría daño ni dolor, porque “no hay más dulce a mi Corazón que ser perseguido en el Amor de Cristo”, lo gritaba con voz fuerte para que todos escucharan, incluso, para que sus palabras salidas del alma, llegaran a conocimiento de su principal torturador y asesino, el emperador.

De nuestra historia local, en Costa Rica, fieles testigos afirman que su vida heroica, limpia, sagrada y ejemplar, hizo eco en en los pueblos del Mundo, sin excluir al nuestro, el Barrio Concepción El Llano, Alajuela, en Costa Rica. Un señor atendió su llamado para servir a la comunidad.  Aquel señor,  lleno de Dios, junto a su esposa Josefa Caballero, “Josefita o Chepita”, como la conocimos siempre, sirvieron de Intercesión del Santo, hicieron llegar las enseñanzas y ejemplo milagroso de San Caralampio, representadas en una imagen de madera u otro material, de regular estatura, a nuestra tierra.

Manifestaciones orales del pueblo, ratifican que el sacerdote de apellido Caballero,  primo o tío de Josefita, regaló la imagen a don Eberto, estableciéndola en la iglesia de El Llano, con el consentimiento de los sacerdotes Redentoristas del Templo de La Agonía (Santuario de Santo Cristo de Esquipulas).

Don Eberto Cordero Ramírez, en 1948, la trajo desde un pueblo de Costa Rica, San Mateo, (Cantón número Cuatro) de la Provincia de Alajuela, al Templo de la Concepción, en la barriada El Llano de Alajuela (lo que llamamos hoy la Ermita de El Llano, Patrimonio Histórico Arquitectónico y Cultural de Costa Rica, 24 de enero 2000) donde se convirtió para la comunidad, como su Santo Patrón, junto a la Virgen de la Concepción, Patrona de la iglesita y pueblo llanero.

Imaginamos a don Eberto, apuntado al traslado de la imagen, en el tren eléctrico al Pacífico, desde Orotina (Cantón de Alajuela), al cuidado de la imagen para que no sufriera algún deterioro, hasta llegar al punto establecido por él.

Y es que para esta comunidad, el haber recibido al nuevo habitante, era un privilegio porque, dicen los escritos, Dios habría concedido a Caralampio que “dónde se depositaran sus reliquias o se celebrara su memoria, no hubiera hambre, peste ni aire alguno contagioso”.Llano 9

Ellos, don Eberto y Chepita, se convirtieron en los promotores de este acontecimiento sagrado  y gran devoción de un pueblo, quién recibió innumerables milagros, por su convicción en el Santo. Fue evidente su mano santa y protección hacia las comunidades, hacia la gente, en momentos de mucha angustia,  llanto, enfermedad y muerte por la epidemia de la “Polio” o Poliomielitis, una gran tortura para el pueblo, atacando la niñez, sin ninguna compasión.

Hoy, en el 2017 y años atrás, la devoción al Santo se ha evaporado. Como muchas tradiciones de Fe y tradición popular,  van cediendo a otras prácticas, decayendo o en vías de extinción.

Actualmente, sobreviven muchas familias donde algún integrante fue víctima de tan terrible mal, entre ellas, recordamos a nuestros vecinos: familia Valverde Vargas, habitantes en el Barrio La Agonía de Alajuela. Ellos y muchas familias, recuerdan estos tiempos de angustia y dolor, pero con Fe en los milagros del Santo.

Nos relata, Cecilia Valverde, con mucha emoción: “Mi madre, Olga, gran devota de San Caralampio, intercedió en nuestra familia por la sanación de nuestro hermano José Francisco, fue un verdadero milagro y hoy lo tenemos, más de medio siglo después, sano y también devoto del Santo, hoy disfruta de su familia, sus hijos y nietos, libres todos de tan terrible epidemia…”

Así como la familia indicada, otras familias al recibir la protección de San Caralampio, brillaron de alegría, como es el significado del Sagrado Nombre, Caralampio… “Brilla de Alegría”…

CaralampioEstas familias afectadas y población en general, no olvidan los momentos en las comunidades de El Llano y La Agonía, a las gentes en las procesiones con la imagen milagrosa del Santo de “barbas largas”, alzada por fieles devotos, pidiendo, rogando, la sanación de sus habitantes, de sus hijos y librarlos de la muerte y enfermedad. Estas procesiones con mucha asistencia, organizadas por don Eberto, con el colorido de las flores, con niños portando vestimenta similar a la del Santo, llenas de música ejecutada por la “Banda Militar de Alajuela” o con la presencia de la alegre cimarrona, un pueblo que hizo camino al andar cargando una verdadera devoción por las calles y hogares.San Gerardo LN.

Una de las famosas actividades en Honor al Santo, fue el catorce de febrero de mil novecientos cincuenta y ocho, el comercio cerró sus puertas, como señal de respeto religioso, la Santa Misa a cargo del Padre Redentorista De Prada, mientras la Comunión de fieles fue numerosa, vistiendo la Iglesia de La Concepción El Llano sus mejores galas, con visitas de fieles de otros lugares, especialmente capitalinos (De San José, Costa Rica) con sus lujosos autos, sin faltar las limosnas al Santo por los milagros y favores recibidos. Así era el ambiente en nuestra comunidad,  llena de Fe, respeto y tradiciones.

A una consulta del autor de este relato, a José Barja Iglesias, español, sacerdote en la Iglesia La Agonía, en Alajuela, Costa Rica, Centroamérica, escribe desde España:  «Llegué a Alajuela en los últimos meses de mil novecientos sesenta y siete y me encontré con la Ermita de El Llano, donde había cultos algunos días de la semana, para celebrar aniversarios, cumple-quince años y otras celebraciones de familias. Y estaba al cuidado un caballero, alto, esbelto, y muy cuidadoso y amable, cuyo nombre se me ha ido… y no recuerdo en este momento. Y San Caralampio estaba como Patrono Titular de la Ermita, y se le daba Culto como Patrono de todo el barrio…»

Para reafirmar esta devoción, un nieto de don Eberto Cordero, don Manuel Eberto  Porras Cordero, nos comenta las romerías con la imagen de San Caralampio: «De la Iglesia de Concepción El Llano de Alajuela, fue llevada en hombros a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, un domingo en romería, permaneciendo en el lugar varios días, luego llevada a la Catedral de Alajuela, pasando al Santuario de La Agonía, hasta su morada. Esta romería se realizó para pedir a San Caralampio su intercesión para contener la peste de la polio en el país…»

¡Qué hermoso sería volver a la devoción y tradición popular en El Llano de Alajuela, tener presente de nuevo a San Caralampio, en lo que hoy es la Ermita de El Llano, lugar original elegido por don Eberto…así como se celebra en San Mateo de Alajuela  y en Bagaces de Guanacaste…

¿Por qué olvidar las tradiciones y Fe de un pueblo?

 

 

Sacerdotes con Eberto

Don Eberto Cordero Ramírez, está presente, con el grupo de sacerdotes.

Primero de izquierda a derecha. Este hermoso mural,  está en Iglesia La Agonía,

Alajuela, Costa Rica, Centroamérica.

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Un sector del Mural, Iglesia La Agonía, Alajuela, Costa Rica. C.A.

Don Eberto Cordero Ramírez, primero, de izquierda a derecha, arriba, de pie.

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Don Eberto Cordero Ramírez

Historias relacionadas con la anterior:

BAGACES, GUANACASTE. En 1856 el “cólera” azotó Guanacaste y Costa Rica, con grandes estragos en Bagaces. Aquí, el Padre Casas organizó una Misa solemne para implorar el alejamiento de la peste del cólera, mortífero. El pueblo escogió a sus dos grandes protectores La Purísima Concepción de María y a San Caralampio (igual a El Llano, de Alajuela), para la lucha por la salud del pueblo. El 5 de junio se decretó la memoria a San Caralampio en este lugar de Guanacaste… (Texto tomado en la Internet).

SAN MATEO, ALAJUELA. Devoción en San Mateo, hace más de un siglo. El lugar era el paso principal de carretas hacia el Puerto Puntarenas. También el paso de los ganaderos que traían arriado el ganado desde el Norte y se dirigían a la Capital. Una ruta de paso importante para el país. En la plaza, el lugar del sesteo, donde existía un enorme árbol de cenízaro. A este árbol, se acercó un boyero con su hijo enfermo. En su carreta siempre llevaba la imagen de San Caralampio, pero en esta oportunidad dejó la imagen olvidada al pie del árbol. Quién la encontró la llevó a la parroquia, adoptándola el pueblo de San Mateo como su Patrono. El 10 de febrero se celebra la fiesta al Patrón San Caralampio… (Texto de Laura Serrano).

ADELA

 

 Iglesia El Llano (Ermita), hace 70 años, donada

por Adela Alfaro.

 

 

Del libro VIVENCIAS DE NIÑEZ Y JUVENTUD…de Carlos “Caliche Zúñiga”, alajuelense, una anécdota de nuestro pueblo, dedicada a San Caralampio:

«…Desde muy pequeño, me ha dado por jugar a escultor. Un día, estando con Serulio Álvaro Solano, con el barro que quedaba en la esquina de la pulpería y que era dejado por las partidas de ganado que pasaban por el barrio , empezamos a hacer muñecos para matar el tiempo y pasaron las hermanas Chavarría y viendo al que yo casi terminaba, me dijo:

“¡De verdad que se parece a San Caralampio!”

Entonces , comenzó a darme vueltas la imaginación y me dije:  “¡Aquí está el negocio!”

En el pretil de la casa de los abuelos, que daba a la calle del macadán, a veces se desprendía alguna piedra, quedando un hueco simulando una gruta. Yo con anticipación veía a las viejas creyenceras echando una limosna al Santo.

Aquella imagen con el sol, se fue endureciendo  y poco a poco, se le cayó la nariz, las manos parecían de un enfermo de lepra. Daba lástima aquella obra de barro.

Pasé quince días esperando que la lata de sardina se llenara de dinero, nadie se fijó en la destartalada imagen.

Los tíos que estaban a la mira de arreglar cualquier anomalía de la vieja casa, pusieron de nuevo la piedra caída, tapando la gruta y con ella el santo que no  hizo el milagro de llenar la alcancía…»

 

¿Significado de la palma verde, en la mano derecha de San Caralampio?

Significado de la Palma verde que porta esta imagen, en la mano derecha: simboliza la victoria sobre el Mundo y la carne, por el martirio. Los mártires morían decapitados, como el caso de San Caralampio, por confesar su Fe y la rama de palmera representa los doce artículos del Credo de los Apóstoles. La palma verde, probable es de origen oriental, vinculadas con los oasis y a la vida…

 

 

¿Significado del Libro que porta San Caralampio en su mano izquierda?

El Libro puede estar presente en los Santos, preferentemente Evangelistas y Doctores de la Iglesia: Doctor es un título otorgado por el Papa a Santos en razón de su erudición y en reconocimiento como eminentes Maestros de la Fe…

Su mirada al Cielo:  se muestra doliente, barba poblada, ojos de sufrimiento, miran a Dios…

 

 

 

 

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Aclaración: esta imagen es réplica de la imagen original que está ubicada en la Iglesia Central de la Comunidad, en El Llano, Alajuela. Se confeccionó para ubicarla en la antigua iglesia o ermita, construcción de 1883. Es una imagen tradicional en esta comunidad de El Llano, Alajuela. Costa Rica. Centroamérica. El nombre correcto de la Comunidad es Concepción de Alajuela, pero conocido como El Llano de Alajuela. Esta imagen es reciente, se terminó de elaborar el 10 de noviembre 2017. Elaborada en fibra de vidrio, por el escultor de Alajuela, Kenneth Meléndez Campos, vecino de Desamparados de Alajuela; Alajuela es la segunda provincia de siete que componen a Costa Rica…

Caralampio 2 ORIGINAL

Estampa original, posiblemente confeccionada por

don Eberto Cordero Ramírez, en 1950.

 

Oración a San Caralampio:

 

 

 

Caralampio 3 oración

 

Esta oración está escrita en la parte de atrás de la

imagen anterior de San Caralampio. 1950. Estampa

donada el 8 de febrero 2018, para  ilustrar este reportaje,

por una vecina de la comunidad El Llano, Alajuela. .

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo llegó a Occidente y América?

Una hipótesis sobre la llegada a occidente de su devoción es a través de los viajeros marinos que circularon por Génova, Cartagena y Galicia (a través de Santiago de Compostela y extendida a la isla de la Toja y a otros pequeños municipios). De España saltaría a América donde alcanzó gran difusión en las mejicanas ciudades como Comitán  y Veracruz y en países como Costa Rica y Colombia.

 

 

«El poeta, el niño y el río»,  de José León Sánchez), escribió:

Yo quería contarle a usted lo que pasó ese día en la escuela.
El Director me recibió en su oficina para pronunciar las palabras más hermosas que hasta entonces escuché:
-¡Está usted despedido de la escuela!
Un sol de alegría se me reflejó en los ojos.
-¿Quiere decir que ya no tengo que regresar nunca?
-Así es, caballerito.
¡Qué lindo! Jamás estudiante alguno de la Sorbona se ha sentido tan pletórico de alborozo como en aquel momento en que yo terminaba mis estudios para siempre.
¡Era libre!
(PÁGINA 49)
Libre de la maestra, del inspector de escuelas, de la escuela misma y con eso, de las tareas.
¡El Inspector de Escuelas! ¿Es qué había dado el mundo un personaje más odioso?
Recuerdo que un día empecé a rezar para que el que pertenecía a nuestra escuela se muriera y esa rezadera hubiere perdurado por años a no ser que en una clase de religión me enteré de un detalle sobre el Señor Diablo: ¡que no hace caso jamás de las oraciones!
Todo iba bien hasta que mi tía Clementina y abuelita tuvieron la nefasta idea de apelar mi expulsión de la escuela y acudieron ante la Junta de Educación que daba audiencia los martes.
Desde una semana antes recé como ciento cincuenta rosarios para que los Señores de la Junta dictaminaran que mi maestra y el Director tenían razón.
Muchas veces escuché a la misma tía Clementina que decía cuando me quejaba:
-Eres un mentiroso y un farsante y un malo -seguían tres docenas de “unos” -, y los maestros tienen razón, mucha razón, pues de verdad eres un pillo de siete veces siete suelas…
Si los maestros son tan sabios, tan inteligentes, tan cultos, tan justicieros (y puedo seguir con tres docenas de “tanes” con los que en mi casa deploraban mis cuentos sobre los maestros), no me explicaba ahora cómo es posible que tía Clementina que sabe algo así como un frijol al par del saber de mi maestra, intente decir ahora que los maestros están equivocados y no tenían razón al haberme expulsado.
¡Pues no, qué diablos! Los maestros siempre están en lo correcto y contaban con mi voto favorable por la medida tomada en mi contra.
Abuelita tenía una devoción a san Caralampio, el santo de nuestra iglesia en El Llano y yo me dije: “Si abuelita que tiene tantos años mantiene la fe igualita por más de medio siglo en el santo, es porque de verdad hace milagros. ¡Vamos allá!”
Y no le pedí ni siquiera un milagro.
-Nada más, san Caralampio de mi alma, que brindes la razón a mis buenos maestros.
Supongo que si hacer un milagro cuesta tanto y solamente lo pueden hacer los santos, ¿qué costaba hacer un (PÁGINA 50) acto de justicia en favor de los maestros injustamente puestos en entredicho?
Cuando tía Clementina y abuelita se fueron para la audiencia que les brindaba la Junta de Educación, yo me fui derechito para la iglesia.
Es una iglesia bonita, como pintada en una tela del Renacimiento, rodeada toda de un muro muy blanco dentro del que hay jardines, una verja de hierro pintada de rojo, las flores de todo el vecindario, un galerón donde en el Día de la Concepción nuestro pueblito acude a rifarse su alegría y a rifarse el corazón desde el fondo, agüitas claras de las muchachas esbeltas como calas, rellenitas como cohombros, recatadas como palomitas torcaces y buenas como las oraciones del atardecer.
Al frente hay una plaza donde se juega al fútbol y se erigen los tablados y los trencitos en las Fiestas del Llano.
La iglesia estaba toda olorosa a frutas y flores y calas por aquí y calas por allá y todo lo demás que le ponía el sacristán siempre enamorado de su iglesita.
A la derecha, en la entrada, envuelto en una túnica morada como los tallitos de la hierbabuena que abuelita siembra en el desagüe de la pila, está un Jesús con una mirada muy dulce y tierna al mismo tiempo, todo llenito de sangre en el rostro, por lo que al verlo siempre en los días de la misa, me daba mucha lástima y siempre pensaba:
“¡Ah, perversones, qué malos fueron, haberlo tratado así después de lo mucho que el pobre ha de haber sufrido cuando era niño en manos de los maestros en su escuela!”
Nunca antes ni jamás después he rezado tanto ni con tantísima fe como lo hice en aquella mañana.
-Ya tú sabes, santito, que los de la escuela tienen la razón. Abuelita y tía Clementina no saben “nadadenadaynada”. Si me haces el milagro te prometo robar el cohombro más grande que encuentre de aquí al Brasil, desde allí a Canoas y de Canoas al Carrizal. O te prometo uno todos los días empezando por el que ayer miré en el huerto de Eva Fallas, la mamá de Teresita, la chiquilla linda que se sienta junto a mí en la clase, y si es posible esta misma tarde voy a…
Salí de la iglesia profundamente convencido que había logrado “impresionar” a san Caralampio. ¡Y cómo no si hasta había llorado en su presencia! ¡Y todo para que los (PÁGINA 51) infernales maestros y los endiablados inspectores me dejaran en paz!
jaran en paz!
El milagro se hizo, solamente que algo salió mal.
Y tiene que ser así pues desde ese momento se iniciaron las desgracias que hasta el día de hoy no se me han terminado.
Seguro porque hay milagros buenos, tan finos como las alitas de gemelas mariposas, llenitas de luz, regaditas de paz, que van de las manos del, amor y suelen marcar el camino de la felicidad, y también existen milagros desgraciantes como el que San Caralampio me hizo.

 

Publicado mayo 2, 2017 por José Manuel Morera Cabezas en Historias