Niñez entre santos: Santo Cristo «Negro» de Esquipulas, San Gerardo María Mayela, San Caralampio y el Santo Sepulcro…   Leave a comment


Asistir  a las actividades del pueblo para festejar la fecha de un santo, lo tenemos presente, desde nuestros primeros años de vida escolar o antes.  Es parte de la tradición de un pueblo y de Fe.

Recordamos a un Santo, de piel oscura, negrito, el Santo Cristo “Negro” de Esquipulas, en el Barrio La Agonía, barrio donde nos criamos y desarrollamos, en la ciudad Alajuela, Costa Rica, Centroamérica, segunda provincia de Costa Rica.  Santo muy diferente a los otros, por su piel negrita, muy original, pero siempre sufrido y maltratado, igual al Cristo blanco, incluso, muchas veces mostrando sus hermosos ojos azules o verdes y larga cabellera.cristo-negro-en-rojo-dsc01582

Alegres fiestas en su Honor, cada quince de enero. La Iglesia y el pueblo creyente alistan todo para celebrar su Día, con ruidosas bombetas de pólvora, juegos, comidas en su tradicional cocina, bingos, procesiones, música. Todo este ambiente de  pueblo, estas lindas tradiciones, lamentablemente, han decaído.

Y nos preguntamos por qué eso del cabello largo rizado, con ojos de colores?  Estos son los que salen en las películas de Hollywood. El de la historia nuestra, es otro,  el negrito, el que encontraron unas señoras en la pared del Santuario, negro por el polvo y sus dedos quebrados, allí incrustado durante el pasar del tiempo.

También,  San Gerardo, de piel oscurita. Con vestimenta larga, negra y cuello blanco, así lo conocimos en nuestra niñez y vejez.  Un Santo milagroso, puestas sus manos milagrosas en mujeres en gestación y en todos los niños.

En su Honor, la comunidad de La Agonía, en el centro de la ciudad Alajuela, Costa Rica, el Santuario del Santo Cristo de Esquipulas (Iglesia La Agonía), muestra un mural gigante en la parte sur del edificio. San Gerardo, en el centro, rodeado de niños y gente humilde de la comunidad. Se le rinde homenaje cada 16 de octubre, con la presencia de mujeres, hombres, ancianos y niños. Ruegan al Santo un milagro o agradecido por el nacimiento de un nuevo ser y bienestar de su madre.

 

 

Mural San Gerardo, La AGONÍA 1

Cuando niños, acudimos al templo, en esta fecha memorable,  fecha muy importante, porque en la misa se reparte el Pan Bendito. Recordamos con mucha emoción y respeto, recoger o recibir la Bendición del sacerdote y la porción de pan. No importa si es un pan o una migaja, allí está la presencia de Dios, por más pequeño que sea.  Esto lo aprendimos en la niñez.

Recuerdo en una ocasión, la gran fila para recoger el pan. Llevarlo con mucha satisfacción a mi madre, ella, repartía una parte a cada uno.

Un vecino de San Gerardo, por la cercanía de ambos templos, es la imagen Sagrada de San Caralampio, en El Llano, de Alajuela, territorio colindante con el Barrio La Agonía. También este Santo tuvo que ver con la familia, especialmente con los  abuelos. Un Santo Milagroso, curador de todas las epidemias y enfermedades, como la poliomielitis, atacando a muchos de mis amigos de infancia, pero amparadas sus familias al Santo de “barbas largas”, estuvo allí para liberarlos de tan terrible enfermedad. Una gran tradición y acto de Fe del pueblo llanero, especialmente, cada diez de febrero.

 

San Gerardo LN.

San Caralampio, vestido de negro, de pies a cabeza, similar a la vestimenta de San Gerardo. El pueblo, lleno de fe, recorría las calles con el Santo, implorando sanación a sus hijos, una imagen y Santo de infancia en la comunidad y de otras comunidades,  en San Mateo de Alajuela y Bagaces de Guanacaste.

De inmenso respeto, el Santo Sepulcro. Lo más impresionante en nuestra niñez. Acostado,  lleno de llagas causadas por la mano del hombre que lo maltrató y posiblemente con llagas por estar siempre acostado, en aquella impresionante urna.

Mi madre Adilia, no faltaba un Viernes Santo, para mirarlo.  Cuenta que yo le preguntaba por qué todos los años lo mataban y lo metían en esa caja… porque ver la enorme urna y ver el cuerpo, siempre nos causó enorme impresión y gran respeto, nos hizo llorar; cargado en hombros de señores vestidos de negro, Los Caballeros del Santo Sepulcro, lentamente caminando con el enorme peso de la imagen Sagrada y aposento transparente y color sol, que nos permitía desde cualquier ángulo, apreciar aquel montón de heridas y espinas en el cuerpo semidesnudo. Impresión y dolor. Nos erizaba y nos eriza la piel, los hombres que lo cargan con pasos lentos, en un ambiente silencioso y olor a incienso, cánticos, oraciones  y música interpretada por la Banda de Alajuela, escuchar la impresionante pieza musical de un autor costarricense, EL DUELO DE LA PATRIA u otra pieza,  eriza nuestra piel y nuestra alma. Y nos trae grandes recuerdos de la  niñez, en un ambiente diferente al de hoy, donde la violencia y la agresión saltan por todos lados.003

Hoy, ya adultos y entraditos en años, aún observamos y respetamos estas imágenes. No está nuestra madre, pero en cada imagen y lugares recorridos con ellas, están las huellas de doña Adilia. Y el respeto que nos inculcó… permanecerá.

 

 

 

 

 

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Procesiones católicas, en el centro de Alajuela, en Honor a San Gerardo y al Santo Sepulcro. 2015-2017.

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Publicado diciembre 22, 2017 por José Manuel Morera Cabezas en Historias

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