Mensaje a mi amigo Calufa   3 comments


Homenaje a Carlos Luis Fallas Sibaja, CALUFA…

Querido Calufa:

Carlos Luis Fallas

Enorme impresión sentí al leer en la prensa nacional, el nombre de «Marcos Ramírez». A todo lo ancho de la página, con título grande, informan que su fiel amigo, en compañía de otros excelentes personajes,  será expulsado de las aulas escolares. ¿PorTítulo periódico qué?. ¿Qué delito puede cometer un niño tan humilde?.

Estoy seguro de su inocencia, no puede haber delito o faltas en él. Estoy seguro porque lo conozco y lo traigo incrustado en mi piel y mi alma desde hace muchos años, así como lo trae Usted. No creo que aquella figurita precoz, rebelde y fogosa, sea un delito o falta. Más bien, es un niño lleno de vida, con fuerzas y alma. Un ejemplo para la nueva niñez.

Marcos, su madre y madrina, con muchos sacrificios por la pobreza económica, lograron enviarlo a la escuela y luego al colegio, para satisfacer a su familia, especialmente a su madre, deseosa de educación en su hijo; igual el interés de algunos profesores por brindarle los mejores consejos.

No soportó estar en aulas y lecciones y decidió el camino de la deserción. Sacó a flote su apellido y no volvió más. Escogió otros caminos, especialmente de trabajo y gran amor por la lectura. Esto le permite forjar su destino como escritor.

«La Universidad de la Vida» le otorgó valiosos títulos humanos: la experiencia vivida en carne propia, le llegó al centro del alma porque conoció y tocó el sufrimiento del ser humano, bañado en injusticias sociales. Esta especial experiencia, es la profesión que muchos no hemos experimentado o pasamos por alto, para no comprometernos con nadie ni nada, a pesar de títulos académicos, puestos elevados o poder económico.

Aquel niño fogoso ingresó a los talleres del Ferrocarril al Pacífico para obtener el «bachillerato» en la rama de mecánico. Después, siendo un adolescente, conoció las tierras bananeras de «Mamita Yunai». Aquí luchó por su propio pellejo y por el pellejo y vida de sus compañeros y hermanos centroamericanos.

Fallitas, no olvido que en 1962, la Fundación William Faulker, de Estados Unidos, le otorgó ni más ni menos el «Premio Iberoamericano de Novela» a «Marcos Ramírez» y en nuestro país recibió el «Premio Nacional de Literatura «Magón», en 1965. ¿Lo recuerdas?.

No debo pasar inadvertido el esfuerzo de la televisión estatal, Canal 13, en 1981, dirigido por don Oscar Aguilar Bulgarelli, al llevar a la pantalla varios capítulos de tan especial niñez: lo vimos pretendiendo el amor de Rosamaría, el asalto a la alcancía del «Corazón de Jesús», el tremendo dolor que sintió cuando su mamá mata al gallo «Pintao» para poder comer, debido a la situación económica tan terrible, cuando hizo la Primera Comunión, el significado por ser miembro del comando guerrillero «La Vencedora», la participación junto a las Tropas Costarricenses en pro de nuestra soberanía, su vida tormentosa como estudiante y pesadilla para la mayoría del profesorado, más otros pasajes.

Si partimos del análisis realizado por la Comisión, entonces…¿Habrá que botar a la basura el trabajo de la televisión basado en la vida y travesuras del niño, quien más tarde obtuvo valiosos reconocimientos a escala nacional y mundial?.

Querido Calufa, le informo que la Comisión referida en líneas anteriores, pertenece al Ministerio de Educación Pública, representado por distinguidos profesores y filólogos quienes han dictaminado que el «yo» metido en nuestras entrañas, el mismo niño amigo de los ríos, potreros, árboles, animales, quien ama la Naturaleza y la defiende, «no coincide con la realidad histórica-geográfica de nuestros días», por cierto una realidad muy convulsionada: los traficantes del mal y del vicio, incitan a llenar mochilas con cosas negativas que a Usted, a Marcos y a mí nunca nos pasó por nuestras mentes, simplemente porque nos tocó vivir otros tiempos con más autoridad por parte del adulto, tiempos mucho más sanos y solidarios.

Nunca le podríamos criticar a Marcos el camino de la «deserción estudiantil», aunque hoy son miles los que abandonan el estudio por culpa de un montón de factores, incluidas la pobreza económica y la irresponsabilidad del mayor, muchas veces agresor y homicida de su propia familia.

Carlos Luis, si se atreven retirar a Marcos del centro educativo, seguiré mi lucha para que todos tengamos conciencia de los pasos de infancia, limitaciones, sacrificio, inocencia, amor a la naturaleza, humor, genialidad y respeto que nos enseñó el mocoso descalzo en sus correrías. E insistiré en impedir que esta agresión al niño no sea efectiva. Él y otros despedidos de las aulas, deben estar siempre presentes…

El ambiente que envolvió al niño y adulto hace varias décadas, sus costumbres, humildad y otras prácticas muy sanas, nos trasladan a la Costa Rica de antes. Así lo expresó una educadora al leer las noticias en los periódicos, lamentando la expulsión de «Marcos Ramírez» y otros amigos de las aulas escolares.

¡Y qué sana era la Costa Rica de antes, la que Marquitos recorrió por potreros, ríos y caminos!

Le prometo, mi amigo Calufa, defender siempre a «Marcos Ramírez». Reciba un fuerte abrazo, lo hago llegar hasta el Cielo.

Su amigo, José Manuel.

Importante:

La Comisión dictaminadora de varias obras literarias de escritores costarricenses, las excluye de «lecturas obligatorias» en el 2002 para dar espacio a otras obras de los mismos escritores. Se  dice que en su lugar, en lugar de Marcos Ramírez, se incluye a Mamita Yunai, como texto obligatorio.

Otras obras en la misma condición: El Moto, de Joaquín García Monge.

Uvieta, de Alberto Cañas.

Las fisgonas de Paso Ancho, de Samuel Rovinsky.

Una burbuja en el limbo, de Fabián Dobles.

Y de autores extranjeros:

María, de Jorge Isaac.

La Nación, de Costa Rica. C.A. Sección «El País». 6 de junio 2001. (Periodista Raquel Gólcher Beirute.

El Viejo y el mar, de Ernest Hemingway.

Marcos Ramírez

(Publicado en EL ALAJUELENSE, periódico bisemanal, La Nación, del 21 setiembre al 04 octubre 2001).

Nota 1 : «Marcos Ramírez», es una de las obras literarias de Carlos Falllas Sibaja. El marcos ramírez es la niñez del  autor.

Nota 2 : «CALUFA», significa Carlos Luis Fallas.

Publicado mayo 6, 2008 por José Manuel Morera Cabezas en Historias

3 Respuestas a “Mensaje a mi amigo Calufa

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  1. Poco a poco perdemos nuestra identidad costarricense, por el constante bombardeo comercial y el consumismo, a tal punto que desviamos nuestra mirada de aquellas raíces que nos inculcaron nuestros antepasados, con la consecuente pérdida de valores.

    Allan Herrera Herrera
  2. todabia estoy en CR. fui su director de fotografia en la serie audiovisual marcoz ramirez 1980 hasta el momento ha sido muy pocos los logros audiovisuales que se han hecho por razones de orden profesional

    JUSTO AGUILAR TAPÌA
  3. Carlos Luis Fallas, «Marcos Ramìrez» es un viaje en el tiempo de nuestra querida Costa Rica, es el ser costarricense… El leer cosas muy nuestras como: vaina, tatas, pipas, pendejo, etc. que se dan en nuestro lenguaje cotidiano, es gratificante sentir que todavìa estàn… Lo que duele es ver que las nuevas generaciones no tienen en sus obligaciones el leer Marcos Ramirez. porque si uno es tico, tiene algo de èl. Yo mismo tuve que leer obligado a Marcos, pero ahora gracias a ese detalle, disfrutè como nunca leerlo como debe ser, ya en la edad adulta. Nuestra misiòn ( como la de mi madre, dìa a dìa) es transmitir este legado de escritura de oro, a nuestro hijos y nietos.

    Alejandro Gamboa Castro

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